Te pongo en contexto: era una noche cualquiera de viernes, y mi novio estaba en la cocina sintiéndose como todo un chef estrella. Decidió darle un toque picante a la cena, literalmente, cocinando con habaneros. Si alguna vez has tenido el "placer" de conocer un habanero, sabes que son como pequeños demonios disfrazados de inocentes pimientos. Pero bueno, nos encanta la comida picante, así que yo estaba emocionada por la cena.

Durante la universidad, a menudo nos enfrentamos a situaciones que nos desafían a crecer, a veces de maneras que no anticipamos. Un incidente en particular que viví con mis compañeros de clase fue un momento decisivo en mi viaje personal. En ese momento, no podía ver más allá de la vergüenza, pero en retrospectiva, se convirtió en una experiencia de aprendizaje fundamental que me ayudó a aceptarme a mí misma.